Durante años, el vapeo se ha promocionado como una «alternativa más segura» a los cigarrillos tradicionales, especialmente para adultos jóvenes y personas que intentan dejar de fumar. Pero a medida que su uso se ha disparado (los CDC informan que más de 2.5 millones de estudiantes de secundaria en EE. UU. vapearon en 2023), un creciente número de investigaciones y casos reales está dando la voz de alarma: vapear no es inocuo y con frecuencia contribuye a problemas respiratorios, como opresión en el pecho, dificultad para respirar e incluso daño pulmonar potencialmente mortal. Analicemos la ciencia, los riesgos y lo que necesita saber.

1. ¿Qué contiene un vaporizador? No es solo «vapor de agua»

El mayor mito sobre el vapeo es que solo produce «vapor de agua inocuo». En realidad, los cigarrillos electrónicos calientan un líquido (llamado «líquido para vapear») que generalmente contiene:

  • Nicotina: Un estimulante altamente adictivo que estrecha los vasos sanguíneos, incluidos los de los pulmones, lo que reduce el flujo de oxígeno y dificulta la respiración.
  • Propilenglicol (PG) y glicerina vegetal (VG): Estos espesantes crean la «nube» de vapor. Al calentarse a altas temperaturas (algo común en muchos vaporizadores), se descomponen en formaldehído (una sustancia química cancerígena) y acroleína (un irritante tóxico que daña el tejido pulmonar, similar al que se encuentra en los herbicidas).
  • Saborizantes: Ingredientes como el diacetilo (usado en sabores a mantequilla) y el cinamaldehído (usado en sabores a canela) están relacionados con el «pulmón de palomitas de maíz», una afección rara pero irreversible en la que los pequeños alvéolos pulmonares se cicatrizan, causando dificultad para respirar permanente y opresión en el pecho.
  • Metales pesados ​​y partículas: Estudios de la FDA y Harvard han encontrado plomo, níquel y cromo en el vapor del vaporizador. Estas diminutas partículas se alojan en lo profundo de los pulmones, provocando inflamación y obstrucciones.
    Al inhalar esta mezcla, no solo inhalas vapor, sino que expones tu sistema respiratorio a una mezcla de irritantes y toxinas.

2. La ciencia: Vapear desencadena directamente problemas respiratorios

Las investigaciones de la última década han vinculado sistemáticamente el vapeo con problemas respiratorios, como la opresión en el pecho. Así es como sucede:

  • Inflamación e irritación en los pulmones

Las toxinas del vapeo irritan el delicado revestimiento de las vías respiratorias y los alvéolos (los diminutos sacos de aire por donde el oxígeno entra en la sangre). Esta irritación provoca síntomas similares a la bronquitis: tos, sibilancias y opresión en el pecho. Un estudio de 2022 publicado en la Revista de la Asociación Médica Americana (JAMA) descubrió que quienes vapean tenían tres veces más probabilidades de reportar opresión en el pecho que quienes no vapean, incluso si nunca habían fumado. Para las personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), vapear es aún más riesgoso. La nicotina y los saborizantes pueden desencadenar ataques de asma graves, y la inflamación empeora los síntomas de la EPOC, haciendo que se sienta como si se respirara a través de una pajita.

  • EVALI: Una afección pulmonar potencialmente mortal

En 2019, EE. UU. sufrió un brote de EVALI (lesión pulmonar asociada al uso de cigarrillos electrónicos o productos de vapeo), que enfermó y causó la muerte a más de 2800 personas. Si bien muchos casos se relacionaron con vapeadores ilegales que contienen THC (mezclado con acetato de vitamina E, un espesante que obstruye los pulmones), más del 10 % de los pacientes con EVALI solo usaron vapeadores de nicotina.

Los síntomas de EVALI incluyen dolor torácico intenso, dificultad para respirar y fiebre, y puede progresar a insuficiencia respiratoria en cuestión de días. Incluso los supervivientes a menudo sufren daño pulmonar a largo plazo, y algunos informan de opresión en el pecho persistente años después.

  • Riesgos a largo plazo: Daño pulmonar permanente

Si bien los síntomas a corto plazo, como la opresión en el pecho, son alarmantes, los efectos a largo plazo del vapeo son aún más preocupantes. Un estudio de 2023 publicado en Nature Communications reveló que los vapeadores presentan niveles más altos de estrés oxidativo en los pulmones, un daño que con el tiempo provoca fibrosis. Los pulmones con cicatrices no pueden expandirse ni absorber el oxígeno correctamente, lo que causa dificultad para respirar permanente y molestias en el pecho.

Los médicos también están observando un aumento de la EPOC inducida por el vapeo en adultos jóvenes (personas de entre 20 y 30 años con síntomas que antes solo afectaban a fumadores de toda la vida). Estos pacientes reportan opresión en el pecho constante y dificultad para realizar tareas sencillas como subir escaleras.

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3. Historias reales: Vapeadores comparten su experiencia con opresión en el pecho

Dejando la ciencia de lado, los relatos personales demuestran la rapidez con la que vapear puede causar problemas respiratorios. Por ejemplo, Mia, de 19 años, empezó a vapear cigarrillos electrónicos con sabor a menta a los 16:

“Pensé que era genial y más seguro que fumar. Pero después de 6 meses, empecé a sentir una opresión en el pecho, como si alguien me estuviera sentado encima, sobre todo al hacer ejercicio. Mi médico me dijo que tenía las vías respiratorias inflamadas por vapear y que tuve que dejarlo inmediatamente. Tardé 3 meses en que la opresión desapareciera, y todavía me quedo sin aliento con facilidad”. O Jake, de 27 años, que usó vapeadores de nicotina para dejar de fumar:

“Dejé de fumar cigarrillos, pero empecé a vapear 5 veces al día. Al cabo de un año, tenía dolor de pecho constante y no podía dormir acostado. Mi escáner pulmonar mostró inflamación, y mi médico me dijo que si seguía vapeando, desarrollaría EPOC a los 30 años. Dejar de fumar fue difícil, pero la opresión en el pecho finalmente desapareció después de un mes”.

Estas historias no son raras. Una encuesta realizada en 2024 por Truth Initiative reveló que el 45 % de los vapeadores de entre 18 y 24 años han experimentado opresión en el pecho o dificultad para respirar, y el 60 % no sabía que vapear era la causa.

4. Qué hacer si experimenta opresión en el pecho por vapear

Si vapea y siente opresión en el pecho, dificultad para respirar o tos persistente, no lo ignore. Esto es lo que debe hacer:

  • Deje de vapear inmediatamente: Seguir usando cigarrillos electrónicos solo empeorará la irritación pulmonar.
  • Consulte a un médico: Describa sus síntomas y la frecuencia con la que vapea; es posible que le soliciten una radiografía de tórax o una prueba de función pulmonar para detectar posibles daños.
  • Busque apoyo para dejar de vapear: La adicción a la nicotina es real, pero recursos como los programas de mensajes de texto para dejar de fumar (por ejemplo, envíe «QUIT» por mensaje de texto al 47848 en EE. UU.) o la terapia pueden ayudar. Para los jóvenes, aplicaciones como «This Is Quitting» (de Truth Initiative) ofrecen apoyo mutuo.

La idea de que vapear es una alternativa «inofensiva» a fumar es un mito. Desde opresión en el pecho a corto plazo hasta cicatrices pulmonares a largo plazo y EVALI, los riesgos para el sistema respiratorio son evidentes.

Si vapea para dejar de fumar, hable con su médico sobre métodos basados ​​en la evidencia, como la terapia de reemplazo de nicotina (chicles, parches) o medicamentos recetados, que han demostrado ser seguros y eficaces. Y si eres joven y empezaste a vapear por curiosidad: nunca es tarde para dejarlo. Tus pulmones te lo agradecerán.

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El uso de vapeadores está prohibido a menores y no se recomienda el uso de vapeadores a no fumadores.